lunes, 24 de mayo de 2010

Los primeros años de la Casa de Locos de Leganés

La Casa de Dementes de Santa Isabel se inauguró en el mes de diciembre de 1851 al amparo de la Ley de Beneficencia de 1849. Con esta institución sanitaria se pretendía dotar a la capital de España de un centro de acogida de locos, del cual carecía, y formaba parte de un ambicioso proyecto que contemplaba la construcción de seis centros hospitalarios en todo el reino que atendieran convenientemente a este grupo marginal de enfermos. Lo cierto es que tan sólo se llevó a cabo el de Leganés y su realidad se alejó mucho de los objetivos iniciales.

El centro debe su nombre a la reina Isabel II, y esto no es baladí pues nació con la pretensión de convertirse en un centro modélico para todo el país; pero lo cierto es que la elección de Leganés y de las antiguas casas que pertenecieron a los duques de Medinacelli tenían un marcado carácter de provisionalidad, pues lo planeado en origen era un hospital de nueva planta.

Las casas fueron compradas en noviembre de 1850 por la Junta Provincial de Madrid a Juan Gómez por 85.000 pesetas, y tras varias reformas para conformar dos pabellones diferenciados para hombres y mujeres, abrieron sus puertas a sus 44 primeros enfermos (22 de cada sexo) en el mes de abril de 1852. Durante estos primeros años la gestión y dirección del centro estuvo en manos de personal religioso: la asistencia a los enfermos por religiosas de las Hijas de la Caridad, y la dirección del centro en manos de un presbítero denominado Rector; el personal sanitario tenían un papel secundario en la gestión, siendo el primer médico de la institución José María Miranda. Hasta 1856, no encontramos a un médico al frente de la institución. Evidentemente este condicionante marcó el carácter de asilo de la Casa de Dementes de Leganés.

Pronto se vieron las deficiencias del centro y en 1859 se abrió concurso para la realización de un nuevo manicomio modelo para Madrid dadas las claras deficiencias del de Leganés (localidad pequeña, carencia de suministro de agua potable, comunicaciones deficientes, etc.); pero nunca pudo llevarse a cabo. En 1871, cuando su población residente triplicaba las previsiones y cuando ya había dejado de ser manicomio modelo de carácter nacional, se encargó un proyecto de reforma general del centro para que pudiera acoger de forma adecuada a 300 enfermos. Las dificultades económicas relegaron la reforma general al olvido.

Así, las condiciones continuaron degradándose a ojos vistas y el centro psiquiátrico de Leganés se convirtió en el foco de las más duras críticas que llegaban desde reconocidos profesionales de la psiquiatría hasta literatos como Benito Pérez Galdós. La Casa de Dementes de Leganés que nació con la pretensión de ser un centro hospitalario de referencia llegó al siglo XX más como una institución benéfica que como un centro sanitario. Sus condiciones higiénicas (el abastecimiento de agua potable no llegaría hasta 1912) y sus deficiencias estructurales hicieron inviable cualquier intento de mejora, pues como dijo Eduardo Viota, que fue administrador del centro desde 1884 hasta 1896:

Si los locos mismos lo trazaran y lo construyeran a su antojo, no lo concibieran en tan abigarrada deformidad


La bibliografía existente sobre el Hospital Psiquiátrico de Leganés es abundante, pero para todo aquel que quiera profundizar en su historia quiero recomendar los dos artículos que han servido de guía para esta reseña, ambos de la psiquiatra Olga Villasante, que ejerce su profesión en los dos hospitales de Leganés:

VILLASANTE, Olga. El manicomio de Leganés. Debates científicos y administrativos en torno a un proyecto frustrado. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 1999, vol. XIX, nº 71, pp. 469-479

VILLASANTE, Olga. Dossier: El manicomio nacional de Leganés: una aproximación histórica a partir de su archivo clínico. FRENIA, 2008, vol. VIII, pp. 33-68

Artículo publicado en la Revista Cultural EL ZOCO, nº 9, Ver revista

© Francisco Arroyo Martín. 2009

Para citar este artículo desde el blog:

ARROYO MARTÍN, Francisco. Los primeros años de la Casa de Locos de Leganés. (http://elartedelahistoria.wordpress.com/2010/05/24/los-primeros-anos-de-la-casa-de-locos-de-leganes/). 2010

Anita. Bordadora de Sueños

Ana, Anita, junto con Ángel, llegaron a Leganés en 1975 como tantos y tantos, pero a diferencia de la gran mayoría de los que acudieron por entonces no se trataba de una pareja de jóvenes ilusionados ante un futuro sin duda amenazador pero igualmente prometedor; en este caso ambos sobrepasaban ya la edad de los sesenta años y su vida en muchos caso parecía de novela.

Anita, nacida en Bilbao en 1613 había conocido la República, la Guerra Civil, que se llevó a un hermano, los campos de refugiados, el exilio francés, la clandestinidad política e incluso la cárcel por defender la libertad y la democracia desde el Partido Comunista de España frente al régimen franquista. En Leganés vivirá la muerte del dictador y el renacer de la esperanza y de la democracia de los años de la transición. Fueron años apasionantes en los cuales Anita retomará su actividad política desde el partido, el sindicato o las entidades vecinales o ciudadanas de la que formó parte; fueron años en los que vivirá momentos muy felices junto a grandes desengaños.

En el Leganés de entonces no había casi de nada; era una ciudad por hacer: colegios, ambulatorios, alcantarillas, transporte,… Y a esa labor se pusieron muchos, y entre ellos Anita que en todos los años que vivió en Leganés siempre mantuvo un gran compromiso cívico, fruto de sus convicciones políticas, con la ciudad, lo que condujo a que años más tarde se le concediera la medalla de plata de la ciudad, el galardón ciudadano más importante que concede el Ayuntamiento de Leganés y que, de alguna manera, recogía la enorme gratitud que la teníamos de todos los que la conocimos y aprendimos de ella y con ella.

No sé qué faceta destacar más si su lado más familiar y humano, si su capacidad de entrega y de trabajo, si su valía intelectual, si su compromiso con los más necesitados, o su versatilidad y disposición. Seguro que todos los que compartieron algo con ella guardan en su memoria recuerdos amables y positivos, pues incluso en los momentos más difíciles, cuando sus decisiones no fueron entendidas por algunos, supo estar a la altura.

No he querido poner ningún nombre de persona en esta semblanza más allá de el de Ángel, pues sería infinito el número que por una u otra razón deberían aparecer; pues allá por donde pasó Anita dejó amigos y deudos, como tuvo la suerte de comprobar en el homenaje que un buen número de amigos compartimos con ella hace ya unos años.

Por último, destacar algo que debería ser más conocido y valorado, pues todos los leganenses somos poseedores de una obra original de Picasso merced a la donación que Anita hizo a la ciudad del libro de firmas de la Unión de Mujeres Españolas en el Congreso de Partidarios de la Paz de 1949 en París que cuenta entre sus páginas el dibujo original del pintor malagueño que reproducimos.

Algo es seguro, con más gente como Anita el mundo sería diferente y... mejor.

Al olivo le creció

una rama

más allá que las demás.

Sólo ella

con sus aceitunas nuevas

puede contemplar el valle.

Yo,

sólo a ella

Rafael Alberti

Artículo publicado en la Revista Cultural EL ZOCO, nº 9, Ver revista

© Francisco Arroyo Martín. 2009

Para citar este artículo desde el blog:

ARROYO MARTÍN, Francisco. Anita. Bordadora de Sueños. (http://elartedelahistoria.wordpress.com/2010/05/23/anita-bordadora-de-suenos/). 2010