Por Francisco Arroyo
Hace ya algunas semanas se publicó en distintos medios de comunicación [ver artículo de El País] que la Iglesia Católica había hecho justicia a los templarios al hacer público un documento inédito en el cual se produce la absolución de los templarios. Personalmente creo que en absoluto la edición de este manuscrito puede significar lo que se dice, ya que el documento en cuestión, el pergamino de Chinon, no llegó nunca a publicarse oficialmente. Se trata de una declaración necesaria para llegar a una solución de compromiso que en los primeros momentos del proceso intento buscar el papa Clemente V. La solución de compromiso que se buscaba era que se fundiera la Orden del Temple con la del Hospital de San Juan de Jerusalén; lo que no se produjo al optar por la disolución de la Orden; por lo tanto, el documento no se publicó y en consecuencia no tiene ningún valor en el derecho canónico. Se trata de un original de gran importancia histórica que muestran las vacilaciones y dudas que siempre existieron en el proceso que se llevó contra los templarios, pero que en ningún momento significa que se haga justicia con esta Orden, ya que las bulas papales condenatorias son las que muestran cual fue el comportamiento de la Iglesia, o mejor dicho del papa del momento, que no fue otro que dar cobertura legal al rey de Francia, Felipe IV, en su interés de eliminar la Orden y hacerse con sus bienes en beneficio propio. Y este papel lo jugó la Iglesia de forma indignante y vergonzante, ya que sabían desde el principio que las acusaciones de herejía eran supercherías interesadas. Lo que se demuestra con tan sólo comprobar que en el proceso sólo se dieron sentencias de culpabilidad en Francia y en los reinos situados bajo su influencia, mientras que en el resto (Castilla, Aragón, Inglaterra, etc.) todas fueron absolutorias.La abundante documentación existente sobre el proceso contra los templarios ya permitía afirmar que la disolución de la Orden se dio bajo pruebas falsas e inconsistentes y a sabiendas de que era manifiestamente injusta. Bien, lo que asombra es que esa noticia salte a los medios como novedad, ya que todo el proceso que la Iglesia siguió contra la orden, Processus contra Templarios, está, y estaba, perfectamente localizado, estudiado y analizado por los especialistas y profusamente manipulado, malinterpretado y trastrocado por la cohorte ingente de seudoescritores, seudohistoriadores, seudointelectuales, seudoteólogos y seudofilósofos que han montado un circo con este asunto de los templarios y que si algo les une es su caradura y poca catadura moral a la hora de utilizar las fuentes históricas, cuando las utilizan ya que en las más de las ocasiones simplemente se las inventan
Bueno, para empezar por el principio.
Como cualquier novedad, ésta generó fuertes polémicas en los diferentes estamentos eclesiásticos y políticos de
¡Espero que te guste!
© Francisco Arroyo Martín. 2008
ARROYO MARTÍN, Francisco. ¿Justicia contra los templarios?
http://franciscoarroyo.blogspot.com/2008/02/justicia-contra-los-templarios.html
27 de febrero de 2008.





